Uno de los grandes problemas de los nuevos escritores no es, aunque lo parezca, que les lean. Ese campo lo suelen cubrir entre los familiares y allegados que, además de leer ávidamente los textos de sus seres queridos, se desviven en hacerlos llegar a cuantos más mejor.
El problema de los nuevos plumillas es más encontrar una editorial que le dé forma a sus escritos, que les respalde y que ponga al alcance de la humanidad sus óperas primas, o no tan primas, pero sí novedosas.
Pocas soluciones se encuentran para este problema pues, por mucho que se manden multitud de ejemplares a otras tantas editoriales, la máxima respuesta que se recibe es: “Agradecemos el interés puesto en esta editorial y valoramos sus esfuerzos, pero en este momento la obra facilitada no se encuadra en ninguno de los proyectos y blablablablabla…”
Para dar salida a este problema ha nacido Papel de Fumar, una editorial autogestionada y sin prejuicios que pone a disposición de aquella persona que quiera autoeditar su libro las herramientas necesarias para poder hacerlo.
Logo de la Editorial Papel de Fumar |
Papel de fumar inspira su nombre y nace de las entrañas de La Tabacalera, un espacio cedido por el Ministerio de Cultura a un grupo de personas con la inquietud de construir un lugar en el que poder dar salida a las inquietudes artísticas, sociales, culturales y un largo etc. de una forma autogestionada y horizontal.
Esta editorial la forman diez personas entre editores, escritores, maquetadores y diseñadores de toda clase de diferentes estilos, edades y creencias y forman un equipo dedicado a dar forma de libro los pensamientos multidisciplinarios de artistas escritores.
Para ello, han ideado una estructura interna que se forma de cuatro colecciones específicas e independientes que se dedican a las diferentes disciplinas y que, como su nombre global, pone de manifiesto una originalidad exabrupta: Infumables está dedicada a los ejemplares escritos en forma de ensayos, Irreales se dedica a la narrativa y la ficción, Faros prestará su atención a las colecciones de poesía y El Coño de la Bernarda-Nos cabe el AVE dará espacio a cualquier tipo de género que no la tenga en los tres anteriores.
Esta Editorial ya tiene dos libros publicados y que pueden adquirirse en la propia Tabacalera. Irreales, Cuentos selectos al cuadrado, de Elisa Fuenzalida y Desacoplados, Estética y poética del western, de Jordi Claramonte.
De esta manera, Papel de Fumar llena un espacio, que venía siendo necesario ocupar desde hace mucho tiempo, y dará la oportunidad a aquellos talentos frustrados por la maquinaria incompasiva editorial de poder ver sus libros editados y listos para rodar de mano en mano y ser leído por los ojos menos allegados.